Debido al uso cotidiano de diferentes dispositivos y la rapidez de responder un mensaje, de postear en redes sociales o escribir un correo, nos hemos visto envueltos en la trampa de escribir sin tener en cuenta la ortografía.
Sin embargo, podríamos decir que esto es válido cuando hablamos con familiares o amigos cercanos, pero no cuando estamos dentro de un contexto laboral. La falta de ortografía además de hacernos quedar mal ante quien lee nuestros mensajes, puede generar en nuestro lector confusión y distorsionar el mensaje que queremos transmitir.
Sumado a lo anterior, la forma en la cual escribimos habla mucho de qué tan cuidadosos somos, qué tanto reparamos en los detalles y además evidencia nuestro nivel de lectura; un buen lector suele tener buena ortografía y coherencia al expresar sus ideas. Un profesional puede ser evaluado para un ascenso por la forma en la que escribe y los errores ortográficos que comente al emitir un informe, y ni hablar de los negocios que puede perder una empresa si quien aborda por primera vez a un cliente comete un error ortográfico.
De acuerdo con un estudio publicado por la BBC, citado en el portal de Up-Spain, los errores ortográficos en sitios web y tiendas online pueden costar millones de dólares en ventas. Así mismo, el envío de e-mails con errores ortográficos enviados a clientes, también le pasa factura a los ingresos de las empresas.
Por lo anterior, es importante el trabajo que desempeñan los responsables de Gestión del Recurso Humano, para que desde el proceso de selección de personal, este sea un factor que sea evaluado. De igual manera, que se contemple en los programas de capacitación incluir formación en temas relacionados. De esta forma se contribuye a la imagen corporativa que se transmite a través de los diferentes medios en los cuales la empresa tiene presencia, así como en la comunicación que sus colaboradores sostienen con clientes internos y externos.